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Qué es y qué no es un gemelo digital

La creciente popularidad del término Digital Twin o gemelo digital ha dado lugar a múltiples interpretaciones, casi tantas como personas que abordan el tema. Al igual que ocurrió con el concepto de BIM (Building Information Modeling), el gemelo digital se ha convertido en una buzzword, indispensable en reuniones relacionadas con innovación y digitalización. Sin embargo, este auge también trae consigo malentendidos y debates sobre qué constituye realmente un gemelo digital. ¿Qué es y qué no es un gemelo digital? Es importante aclarar que no se trata de una moda vacía, sino de un concepto que puede transformar la manera en que gestionamos activos físicos y datos. BIM y el gemelo digital: un medio, no un fin BIM no es un fin en sí mismo, sino un medio para gestionar información de manera más eficiente y efectiva. El objetivo no es crear una maqueta digital, sino utilizar esa maqueta para diseñar, construir y gestionar activos reales de la mejor manera posible. De manera similar, los gemelos digitales deben concebirse como un puente entre el ciclo de vida del activo físico y el ciclo de vida de los datos. Esta unión tangible conecta los procesos digitales con los físicos, permitiendo una integración más profunda entre ambos mundos. ¿Qué es un gemelo digital? Para entender qué es un gemelo digital, primero es necesario familiarizarse con el concepto de Ciclo de Vida del Activo Físico. Este ciclo, ampliamente conocido en el ámbito del BIM (Building Information Modeling), representa las etapas por las que pasa un activo físico desde su diseño, construcción, operación, mantenimiento y, finalmente, su retirada o renovación. El BIM actúa como un vehículo para gestionar de manera digital la información asociada a este ciclo. Sin embargo, para comprender el gemelo digital, es fundamental introducir un nuevo concepto: el Ciclo de Vida del Dato. Este se refiere a todas las actividades que realiza una organización para extraer valor de los datos, desde su captura y almacenamiento hasta su análisis y uso en la toma de decisiones. Para gestionar estos datos de forma efectiva, es imprescindible implementar estrategias de Gobernanza de Datos, un aspecto que requiere atención en cualquier proyecto de digitalización. El gemelo digital es la unión entre el ciclo de vida del activo real y ciclo de vida del dato, de manera que se establezca una materialización tangible de la conexión entre los procesos que realizamos en el entorno digital y cómo se traducen en procesos en el entorno real. La materialización del gemelo digital El momento clave en la creación de un gemelo digital ocurre cuando los datos del activo físico se capturan y se transfieren al entorno digital. En un proyecto BIM, este paso se formaliza con la integración del modelo BIM en el sistema de gestión del activo (lo que en términos de la ISO 19650 se denomina transformación de un PIM a un AIM). Hasta ese punto, el modelo BIM es tan solo un Gemelo Potencial, sin la capacidad de interactuar plenamente con el ciclo de vida del dato. En este proceso, se produce una transferencia masiva de datos gráficos y no gráficos sobre el activo. Este flujo de información no se detiene ahí; durante las distintas fases del ciclo de vida del activo, pueden capturarse más datos mediante sensores, inspecciones o formularios digitales. El nivel de sofisticación en la captura y transferencia de estos datos dependerá de los recursos tecnológicos y organizativos disponibles. Transformar datos en conocimiento Una vez integrados en el sistema, los datos deben ser procesados y contextualizados para convertirlos en información útil y, en última instancia, en conocimiento accionable. Este conocimiento permite tomar decisiones basadas en información precisa, mejorando significativamente la gestión del activo. Para lograrlo, cada organización necesita definir sus propios procesos internos, que pueden variar en nivel de complejidad. Estos procesos pueden incluir la integración de sistemas de gestión existentes, el uso de herramientas de TI avanzadas y la conexión con los distintos agentes interesados. La clave está en establecer requisitos claros para garantizar que los datos sean compatibles, consistentes y fáciles de integrar en el sistema de gestión. Estándares y flexibilidad El éxito de un gemelo digital radica en encontrar un equilibrio entre el cumplimiento de estándares y la flexibilidad para adaptarse a las necesidades específicas del proyecto. Este enfoque asegura que los datos se gestionen de manera estructurada, facilitando su análisis y procesamiento, sin perder de vista las particularidades de cada caso. En definitiva, la unión entre el Ciclo de Vida del Activo Físico y el Ciclo de Vida del Dato no solo posibilita la creación de un gemelo digital funcional, sino que también abre un abanico de oportunidades para optimizar la gestión de activos y procesos organizativos. Nivel de digitalización del gemelo digital Un gemelo digital debe poseer ciertas capacidades clave, cuyo nivel de sofisticación puede variar: Cada gemelo digital puede tener un nivel de madurez diferente en estas capacidades, lo que dificulta establecer un consenso universal sobre qué requisitos debe cumplir. Reflexiones Más allá de debates sobre qué es o no es un gemelo digital, lo esencial es entender su propósito: optimizar la gestión de activos y datos para tomar mejores decisiones y generar valor en el ciclo de vida del activo. El enfoque debe centrarse en resolver problemas específicos y alcanzar objetivos concretos, no en seguir tendencias sin un propósito claro.

Metodología BIM
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Ciclo de vida de un proyecto en las infraestructuras

Contextualización de la gestión de activos, project management y BIM En este post, profundizaremos en el concepto del Ciclo de Vida de infraestructuras y activos inmobiliarios, un término frecuentemente mencionado pero, en muchos casos, mal interpretado. Además, exploraremos cómo metodologías como Gestión de Activos, Project Management y BIM juegan roles clave a lo largo de este ciclo, con especial énfasis en su aplicación real. Ciclo de vida completo de las infraestructuras El Ciclo de Vida se define, según la ISO 55000, como el período que abarca desde la creación del activo hasta el fin de su vida útil. Las etapas fundamentales son: Para una gestión eficiente del ciclo de vida, las organizaciones deben integrar actividades transversales, como la planificación de demanda, la provisión de fondos y la gestión de riesgos. Estas acciones permiten optimizar el rendimiento de los activos y alinearlos con los objetivos organizacionales. Ciclo de vida de un proyecto Desde el Project Management, un proyecto se define como una actividad temporal con un inicio, un fin y un resultado único. A diferencia del ciclo de vida completo de una infraestructura, el de un proyecto se enfoca en las fases de adquisición, abarcando principalmente la planificación y ejecución de nuevas obras o modificaciones sustanciales. Si bien los proyectos implican un proceso estructurado y eficiente, su carácter temporal limita su alcance. El aprendizaje obtenido no se aplica al activo en su fase de operación y mantenimiento, sino que suele trasladarse a futuros proyectos. Gestión de proyectos VS gestión de activos (asset Management) Tanto Project Management como Asset Management comparten principios como la planificación, el control y la mejora continua. Sin embargo, su principal diferencia radica en el alcance: Por ejemplo, en una concesionaria de autopistas, la implementación de Project Management permite construir nuevos tramos con éxito. Sin embargo, sin una estrategia de Gestión de Activos, la organización no lograría optimizar la operación y mantenimiento de toda su red, limitando su eficiencia global. Ambas disciplinas son complementarias y su integración fomenta sinergias y colaboración efectiva entre departamentos, clientes y proveedores. El valor de la fase de operaciones y fase de mantenimiento en la gestión de proyectos Aunque las fases de diseño y construcción suelen concentrar el foco inicial, en términos de coste a largo plazo, Operación y Mantenimiento (O&M) resulta la más relevante. A lo largo de su vida útil, el O&M puede representar entre el 70% y el 80% del coste total de una infraestructura. Si analizamos un período extenso (100 años), el impacto económico de la fase de O&M supera con creces al de construcción. Por ello, es crucial optimizar estas actividades, destinando recursos y esfuerzos a prolongar la vida útil de los activos de manera eficiente. El potencial de actuar a tiempo al gestionar un proyecto Un aspecto clave del ciclo de vida es la necesidad de actuar en las fases iniciales del proyecto. Las decisiones tomadas durante el diseño y la planificación tienen un coste bajo, pero un impacto elevado en el resultado final. Reducir la incertidumbre en estas etapas permite tomar decisiones más acertadas, minimizar riesgos y optimizar el rendimiento de la infraestructura a largo plazo. En definitiva, una buena inversión inicial se traduce en un ahorro considerable en la fase de explotación. El papel de BIM en el ciclo de vida de un proyecto BIM (Building Information Modeling) facilita la gestión y acceso a información crítica durante todas las fases del ciclo de vida de una infraestructura. Sin embargo, su aplicación actual sigue siendo limitada, especialmente en la etapa de Operación y Mantenimiento. Esta situación genera riesgos importantes: Para evitar estas barreras, es necesario incorporar BIM desde el inicio, asegurando que el modelo contempla los requisitos de todas las fases del ciclo de vida. Conclusiones El sector de infraestructuras en España enfrenta un desafío clave: la falta de una visión estratégica y a largo plazo. Si bien la formación en Project Management ha mejorado, resulta insuficiente sin una implementación robusta de Gestión de Activos. Optimizar las fases de Operación y Mantenimiento y actuar tempranamente en la planificación permitirá maximizar la eficiencia y rentabilidad de nuestras infraestructuras a largo plazo. Recomendaciones Estas medidas no solo optimizarán los resultados, sino que garantizarán una gestión sostenible y eficiente de nuestras infraestructuras, contribuyendo al desarrollo económico y social a largo plazo.

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¿Qué es la gestión de activos (Asset Management)?

Breve ‘historia’ de la disciplina de Gestión de Activos La Gestión de Activos o Asset Management, tal y como se entiende hoy en día según la documentación internacional, es una disciplina relativamente reciente, aunque las infraestructuras han sido gestionadas durante siglos. Para comprender mejor su evolución, es útil adoptar una perspectiva histórica. A lo largo del tiempo, esta disciplina ha ido desarrollándose en diferentes contextos culturales y económicos, consolidándose como una herramienta clave para maximizar el valor de los activos en beneficio de las organizaciones. Fundamentos de la gestión de activos La Gestión de Activos se fundamenta en conceptos clave, definidos principalmente en la norma internacional ISO 55000: Aunque la gestión de activos incluye elementos tangibles e intangibles, en el ámbito de las infraestructuras se centra en activos físicos o construidos. En esencia, la disciplina de la Gestión de Activos persigue: «El desempeño de un determinado nivel de servicio, de la manera más rentable, mediante la gestión de activos, tanto para los requerimientos presentes como los futuros.» (IIMM 2015) Más allá del valor inherente del activo, la gestión se enfoca en las actividades necesarias para optimizar su rendimiento. Esto implica que si el servicio que proporciona un activo no es necesario, su mantenimiento pierde sentido, evitando así la asignación innecesaria de recursos. Elementos clave de la gestión de activos de infraestructura La Gestión de Activos de Infraestructura se basa en cinco elementos esenciales: Un enfoque transformador La gestión de activos no es solo una metodología, sino también una transformación cultural dentro de las organizaciones. Implica un cambio en la forma de pensar y operar, exigiendo la participación de equipos interdisciplinarios en todos los niveles, desde la alta dirección hasta los operativos. Adoptar la Gestión de Activos fomenta la innovación, la colaboración y la mejora continua, pilares fundamentales recogidos en la serie normativa ISO 55000. Países como Reino Unido, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia ya han alcanzado una notable madurez en esta disciplina, logrando beneficios tangibles como la optimización de costes y el fortalecimiento de la reputación organizacional. Beneficios de una gestión de activos efectiva Una implementación exitosa de la Gestión de Activos puede ofrecer resultados significativos, como: Aunque más popular en España, el concepto BIM (Building Information Modeling) debe considerarse una metodología de gestión de información dentro del sistema de gestión de activos, siendo ambos conceptos interdependientes. La Gestión de Activos es relevante para todo tipo de organizaciones, independientemente de su tamaño, naturaleza o sector. Más allá de los beneficios operativos y financieros, su adopción puede generar un impacto positivo en la sostenibilidad, la eficiencia y la capacidad de innovación de las organizaciones, consolidándose como una herramienta imprescindible en el mundo moderno.

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